¿Qué veo?¿Que encuentro?, nada... solo los siento... con ellos ocurre lo mismo, luces, polvo, gritos, sensaciones se apoderan de las masas de la gente. Buscan caos, angustia y temor.
Si en sus vastas llanuras ella hubiera elegido, nunca los habría soltado y seguramente ya los habría eliminado.
Por algo Dios los dejó, ¿Será que en ese temor se une al gente?¿Será que al unirse se sienten seguros?¿La humanidad se eleva al prestar ayuda con las consecuencias que ellos provocan?
Entonces realmente se le tiende la mano al necesitado...
Son sólo preguntas que sabemos nunca serán respondidas por ella.
Y es que nueve grados, ¿No son suficiente destrucción?
¡Porqué los aceptaste Madre naturaleza!

Reclamos en Poesía para el terremoto del 27 de febrero del 2010 a las 3:34 am.
Por Luisa Angélica G.